En 2003 comenzó en la Casa de Juventud S. Pablo una experiencia maravillosa por la que aprendimos que las especias, las recetas y los sabores y saberes tradicionales sobre COCINA, de las diversas culturas que viven en el Barrio del Gancho, en el Casco Histórico de Zaragoza, sirven como un vehículo perfecto de comunicación entre las personas que venidas de las distintas latitudes del planeta conviven en él.
Desde entonces seguimos "enganchando mundos" y personas EN TORNO A LA COCINA.
El objetivo es sencillo: que compartan lo que saben, que aprendan unas de otras, que intercambien sus vivencias, recuerdos y saberes sobre LA GASTRONOMIA DEL MUNDO. Y con ellos cuant@s se acerquen a esta ventana que desde el Barrio mira al Mundo.
Esta es, pues, una sección de COCINA para COCINEROS y COCINERAS del mundo que viven o pasan sus días en el GANCHO. Y estas son las recetas que ell@s hacen habitualmente en sus casas, en sus fiestas, ...Y las hicieron una vez más para compartirlas con todas las personas que quieran repetirlas. Una excusa más para ponernos en relación y compartir la riqueza de la diversidad del Barrio y del Mundo.
Este es el “canal cocina intercultural” que la Carrera del Gancho ha impulsado a lo largo de las 3 ediciones y que irá teniendo su desarrollo a través de recetas, fotografías, consejos, ideas y costumbres y que irás viendo aparecer aquí.
Envia tus sugerencias, ideas, recetas a: saboresenganchados@gmail.com
Desde entonces seguimos "enganchando mundos" y personas EN TORNO A LA COCINA.
El objetivo es sencillo: que compartan lo que saben, que aprendan unas de otras, que intercambien sus vivencias, recuerdos y saberes sobre LA GASTRONOMIA DEL MUNDO. Y con ellos cuant@s se acerquen a esta ventana que desde el Barrio mira al Mundo.
Esta es, pues, una sección de COCINA para COCINEROS y COCINERAS del mundo que viven o pasan sus días en el GANCHO. Y estas son las recetas que ell@s hacen habitualmente en sus casas, en sus fiestas, ...Y las hicieron una vez más para compartirlas con todas las personas que quieran repetirlas. Una excusa más para ponernos en relación y compartir la riqueza de la diversidad del Barrio y del Mundo.
Este es el “canal cocina intercultural” que la Carrera del Gancho ha impulsado a lo largo de las 3 ediciones y que irá teniendo su desarrollo a través de recetas, fotografías, consejos, ideas y costumbres y que irás viendo aparecer aquí.
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jueves, 14 de febrero de 2008
Vivencias de una familia marroquí del Gancho
• Barrio - Compra
Somos una familia marroquí que vivimos en el barrio de San Pablo. A la hora de ir a la compra nos gusta hacerlo en el Mercado Central, allí encontramos la mayoría de los productos que utilizamos y a buen precio. Hay productos típicos que los compramos en tiendas árabes, que también hay en el barrio; raramente acudimos a una gran superficie.
Vamos a la compra normalmente una vez a la semana y generalmente lo hace mi mujer en casa.
Nos gusta elaborar nuestro propio pan, por ello cada 2 ó 3 días lo hacemos y lo conservamos en el congelador.
Para los días de fiesta compramos algún alimento especial, como por ejemplo, dátiles para el Ramadán.
Hay algunos alimentos que no los encontramos, entonces aprovechamos la visita de algún amigo o pariente de Marruecos que nos viene a visitar y nos los trae, eso ocurre con una verdura, “malujia”, la cual comemos como las judías verdes, pero acompañada de carne.
Como veis tenemos la suerte de encontrar casi de todo y nuestra compra es parecida a la que hacíamos en Marruecos.
• Cocina
Nos gustan mucho los guisos o estofados, pero no utilizamos la típica sopera, sino una que usamos el “tajine”, el cual da nombre no solo al utensilio, plato de barro cocido que es cubierto con un tapadera cónica, sino tambén al guiso, se hace un ragut de carne, pollo, pescado y legumbres, a fuego lento durante horas con aceite de oliva y especias,(un tajine de lujo es el de ciruelas , preparado con carne de cordero, almendras, sésamo y ciruelas). Otro utensilio específico que usamos es la “cuscusera”, “las teteras”, en donde preparamos el té a la menta, delicioso y símbolo de hospitalidad, y “unos vasos específicos esmaltados” que confieren un sabor especial en la degustación del té. El resto de utensilios son los habituales en una cocina.
Cuando cocinamos nos gusta la comida muy especiada, usamos pimentón dulce, comino, pimienta negra, jengibre, canela (tanto para cocinar dulce como para salado), cabeza de la tienda (mezcla de especias cuya utilización es específica para un guiso de pollo que se hace a la mujer cuando ha dado a luz), hierbabuena y menta para el té y limón para el pollo y el pescado.
Las carnes que consumimos son el cordero y la ternera, aunque preferimos más la ternera; la carne de cerdo la tenemos prohibida por nuestra religión, si bien cuando por desconocimiento se come no supone una infracción del precepto.
Siempre una vez por semana hacemos “cus-cus”, el tradicional almuerzo del viernes. El ingrediente principal es la sémola, que puede ser combinada con pollo, huevos, cordero o verduras
Otros platos que hacemos son “ el kefta”, brochetas de carne picada o albóndigas muy sazonadas, el “mochui”, cordero asado lentamente a la brasa, la “pastilla”, fina pasta de hojaldre, rellena de pichón y almendras y perfumada con canela. También hay variantes con pescado, pollo o incluso con leche como postre. Por supuesto no os podéis perder nuestra pastelería, cuyos ingredientes básicos son la almendra y la miel.
Para Ramadán, comemos algunos platos especiales como la “harira”, sopa de carne, lentejas y garbanzos, los “beghrir” pequeños pastelitos de nido de abeja servidos con mantequilla fundida y miel, los “shebbakia” pasteles fritos en aceite y recubiertos de miel.
Cocinamos a diario, generalmente la mujer y para el consumo de cada día, no tenemos costumbre de elaborar alimentos que se conserven durante largo tiempo, sólo utilizamos ahora el congelador, básicamente para el pan.
• Mesa
A la hora de las comidas nos hemos adaptado al horario español, nosotros en Marruecos solíamos desayunar a las 8, comíamos a las 12-13 horas, merendábamos a las 17:30 y cenábamos a las 20- 20:30.
Siempre que podemos nos gusta hacerlo en el comedor y si se puede con cojines en el suelo y en una mesa baja.
La comida la presentamos en diferentes platos colocados en la mesa al mismo tiempo, con lo cual no hay un orden establecido a la hora de comer (como vosotros 1º, 2º y postre), se va picando de ellos al gusto de cada comensal, siempre eso sí, acompañado de pan. Con cada pizco de comida se acompaña otro de pan.
Cuando comemos no utilizamos cubiertos, lo hacemos con las manos, excepto los alimentos líquidos. En nuestra cultura no se ve mal tocar un alimento cuando vamos a la compra y si no nos gusta dejarlo, y luego comprarlo otro; como veis no somos especialmente aprensivos.
Cada uno, individualmente, da las gracias a Alá, al comenzar la comida, por los alimentos que va a comer. Somos un pueblo hospitalario, compartimos nuestra comida con el visitante, aunque haya escasez.
Como curiosidad os diremos que ahora comemos alimentos que no conocíamos en Marruecos, como la chirimoya o el arroz.
• Fiestas
Nuestras principales fiestas religiosas son:
“El día del sacrificio del cordero”, “el Aïd el-Kebir”, la más importante, la celebramos 40 días después de acabado el Ramadán, conmemora el sacrificio de Abraham. Es una fiesta que dura tres días y en ella cada familia sacrifica un cordero, esto es realizado por la persona de más edad de la familia, y si es muy mayor y no lo puede hacer lo hace el siguiente en edad.
“El final de Ramadán”, “el Aïd el-Fitr”, la segunda fiesta en importancia. Durante el Ramadán la vida diaria se modifica, por el día se ayuna y no se bebe ni se fuma desde el amanecer hasta la puesta de sol. Durante el Ramadán es importante la noche del día 27 al 27, se celebra que el Profeta recibe el Corán de Alá y toda la familia la pasa unidad y rezando, esa noche siempre comemos cuscus.
“El aniversario del Profeta”, “el Mulud”, es el día 12 del mes cuarto.
“El primer día de la Hégira”, “el primer Moharem”.
Otras festividades civiles importantes son el nacimiento de un hijo, al cual no le ponemos nombre hasta el séptimo día, día en que sacrificamos un cordero para celebrarlo. Las bodas, las cuales se celebran en casa, hay un día que sólo es para los hombres, recitan el Corán, y otro para las mujeres en donde se dedica a la música. En estos días cocinan mujeres ajenas a la familia, contratadas para ello. Las bodas suponen un motivo de orgullo y rivalidad para las casas. Si la casa es pequeña por el gran número de invitados se pide prestada la del vecino.
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